Nunca tuve un diario personal. Una de mis hermanas sí y lo guardaba bajo el último cajón de su armario. Yo lo ojeaba de vez en cuando por curiosidad y de paso, usaba la información a modo de chantaje emocional eventual. Los niños son crueles.
A cambio, crecí creyendo ser adoptado, típica mentira asumida a medias hasta bien pasada la pubertad. “Este tío es gilipollas” pensará el lector, yo prefiero llamarlo inocencia (resulta más suave).
5 comentaris:
Quin carnet mes xulo, yo en tinc un tambe. ale.. papa*
jajajjaa que grande la mentida.
Jo també sóc un cotilla... crec que és per inquietuds i ganes de saber. Vamos, un humanista en potència.
Una abraçada MiKING
PD: nosaltres t'adoptem per anar a pendre birra. Si aguantes clar...
que m'he trobat per aqui? m'encanta, em declaro fan de pensamientos de bolsillo!
benvingut amor*
petons
vamos a ver miki, con las hermanas tan guapas que tienes como vas a ser tu de la familia! no te autoengañes, que eres adaptadoooo!! ;p
bienvenidos sean tus pensamientos de bolsillo, espero que sean abundantes para llenar la carencia d los míos.
un abrazo! ( a ver si algún día podemos hacer el videoclip de la canción )
con lo majo que eras de pequeño...quién diría que saldrías con bigote haciendo.....de Manresa tenía que ser.
sweeeeeet ˆˆ
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